Koldo García: “Santos Cerdán me metió de conductor de Ábalos en el PSOE”

Koldo García, conocido por ser el asesor de José Luis Ábalos en el Ministerio de Transportes entre 2018 y 2021, grabó ciertas reuniones y conversaciones desde por lo menos el año 2013, cuando vivía y trabajaba en Navarra y donde conoció a Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE encarcelado hace un mes. A lo largo de estos once años, ha mantenido a salvo estas grabaciones, incautadas por la UCO el pasado año, y que forman parte ahora del material probatorio sobre esta trama de corrupción. Además de estos audios se han analizado conversaciones escritas y sonoras de aplicaciones de mensajería instantánea, que también guardaba.

La grabadora con la que guardó conversaciones que ahora han hecho caer a Cerdán contiene audios desde junio de 2013. Cuando García fue detenido en una trama de corrupción por el amaño de contratos de mascarillas, Cerdán tuvo que dar explicaciones en la comisión de investigación abierta en el Senado, donde negó que él fuera quien promocionara o avalara al exasesor ministerial dentro del PSOE.

Sin embargo, en un audio ahora hallado, éste le explica a un conocido suyo que estaba trabajando como conductor para quien era el secretario de Organización del PSOE en ese momento, José Luis Ábalos, con un contrato de seis años. “Me ha metido Santos Cerdán”, reconoce García.

De conductor pasó a ser hombre de confianza del dirigente valenciano. Además de llevarle la agenda y los maletines, le organizaba las reuniones, dirigía el reparto de obras –tal y como se desprende de diversas grabaciones– e incluso se encargaría de buscar prostitutas.

García-Cerdán: una relación duradera en el tiempo

De la investigación se ha conocido que Cerdán fue quien le trajo desde Navarra a Madrid cuando Sánchez recuperó la secretaría general del partido en 2017 y Ábalos fue nombrado secretario de Organización, mientras que Cerdán fue elegido como secretario de coordinación territorial dando el salto de Navarra al partido nacional. Ahora este trío ha acabado investigado por utilizar el Ministerio de Transportes para amañar contratos a cambio de 'mordidas' que se repartían.

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El volcado de archivos de los teléfonos móviles de García han sido entregados por orden del juez del Supremo Leopoldo Puente a la defensa y las acusaciones del caso, que incluye además una enorme cantidad de información banal. Mensajes de voz que el asistente de Santos Cerdán y más tarde de José Luis Ábalos cruzaba con gente que, en general, no tiene nada que ver con la investigación.

Retrato de la vida de un asistente

Lo que estos audios han permitido es hacer un retrato de la vida de García. “Tanto ministro y tanta...” (pueden añadir la palabra que quieran, pero ya se pueden imaginar que el autor de la frase fue muy grosero).

Este es un de los muchos mensajes que recibe Koldo García en uno de los móviles que le fueron incautados por la Guardia Civil y cuyo contenido se ha entregado a las partes en esta causa. La frase, enviada el 13 de junio del 2018, cuando Pedro Sánchez logra batir a Mariano Rajoy en la moción de censura, describe el ascenso a los cielos de un tipo más bien corriente que inicialmente había sido contratado como chofer del secretario de organización del PSOE y luego del ministro de Transportes.

En numerosos mensajes, viejos amigos le reprochan que ha cambiado de vida, gracias a la cual, por ejemplo, ahora puede conducir a toda velocidad con su coche porque “a ti las multas ya no te llegan”.

Y, en efecto, el cambio es sorprendente, porque en apenas unos años más Koldo puede sentarse en el despacho del ministro y contarle con todo lujo de detalle qué obras hay que adjudicar a qué empresas, qué funcionarios cumplen con sus ordenes y cuáles no y qué oportunidades de negocios y, de comisiones, claro, hay por ejemplo con una petrolera de Venezuela controlada por Estados Unidos.

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El salto de este personaje es colosal. Pasar de recibir un mensaje a voz en grito de alguien que le reclama que le envíen a alguien para que arreglen “la p... mampara de la ducha” a decidir a qué empresarios hay que adjudicarles obras de cientos de millones es colosal.

Sin embargo, hay algo que no cambia a lo largo de los más de siete años de mensajes grabados en los distintos aparatos de Koldo García: el dinero. Día sí y día también recibe mensajes de conocidos que le deben dinero o que le exigen dinero, le reclaman facturas o le piden trabajo. El “a ver si me puede encontrar algo” es un clásico y da la impresión de que Koldo cumple porque también hay mensajes de agradecimiento.

La radiografía que se pueden hacer al escuchar más de 20.000 audios enviados y recibidos durante más de una década es la de un hombre con ínfulas de poder y curtido en los bajos fondos. De ahí que ya en el 2013 comprara una grabadora y mandara a dos jóvenes a espiar a gente del PSOE de Navarra, dentro de las guerras internas que existían.

No te enfades pero sois todas muy putas” Koldo García

Supo a quien acercarse para llegar a lo más alto. “Yo ya he logrado mi meta en la vida, profesional y personalmente”, le reconoce a Ábalos en un audio en el que lamentaba que su mujer de entonces se hubiese posicionado en su contra. Como asesor del ministro también le gestionaba cierta parte de la relación matrimonial de Ábalos y frenaba los enfados de su esposa porque no volvía a València los días convenidos. Asuntos del ministro. Aunque en paralelo, García buscaba los entretenimientos personales: “La que tú quieras. O Ariatna y Carlota y a tomar por culo”, además de gestionarle también los encuentros con otras parejas que tenía.

El análisis del teléfono de García también deja ver la vida frenética que llevaba desde que llegó a Madrid, con viajes de un sitio para otro. Debía compaginar toda su actividad profesional, que pasaba desde recordar al ministro que se preocupara por algunos de sus altos cargos, hasta pedirle gestiones al presidente del Gobierno, con la personal. Y todo ello manejado desde un tono en ocasiones chocante: “No te enfades, no quiero problemas, pero sois todas muy putas. Turo un billete de 500 y os agacháis, sin pudor”.